NACI RICA
Desde que tengo uso de razón he sentido que soy rica, por esa razón todas las noches las terminaba con una oración de gracias. Por eso cuando llegamos a este país (Estados Unidos) me alegré enormemente que aquí hubiese un día específico para dar GRACIAS y desde entonces; “Thanksgiving” o "Día de Acción de Gracias", siempre ha sido mi festivo favorito.
Siendo muy pequeña, sentía la necesidad y un deseo profundo de dar gracias por los padres que tenía. Me siento afortunada.
Para ellos, tengo un amor incondicional. Ellos me dieron a mi tierna edad lo que yo necesitaba: Amor. De ellos aprendí muchas cosas: Algunas podríamos llamarlas buenas y otras no tan buenas. A través de ellos empecé a percibir el gran amor que Dios me da a cada momento.
Hace muchas años que llegamos a éste país y al poco tiempo de radicarnos aquí mis hermanos menores me decían a veces : “Y nosotros que pensábamos que éramos ricos". No sé que les haría pensar que llegando a los Estados Unidos dejaron de serlo.
Yo siempre me he sentido rica. Por esa razón lo soy. Protegida por un amor tan grande que de sólo pensar en él los ojos se me humedecen. Vivo agradecida. Soy una persona rica y agradecida. Nunca he tenido necesidades gracias a Dios.
La riqueza y la pobreza son una percepción de nuestra mente. Entre el necesitar y el querer hay una brecha bien larga y muchas vidas se arruinan buscando solamente el querer, no sabiendo que si las necesidades básicas están cubiertas, ya somos ricos.
El querer más de lo que necesito me hace una persona infeliz y por lo tanto desagradecida. He tenido la experiencia de obtener algo que deseaba y quería pero que no era una necesidad básica y después de un tiempo he encontrado algo que me gusta aún mucho más de lo que ya tenía.
Así que, si sigo mis impulsos insaciables nunca terminaré de llenar mi vida de cosas que nunca me satisfarán totalmente. Ese efecto de bienestar que me proporciona adquirir cosas durará unas cuantas horas, días, o meses, pero no es algo que podamos decir que nos deje llenos y satisfechos para siempre. Más adelante ese vacío interno nos llevará a tratar de llenarlo otra vez con algo diferente y siempre serán cosas.
Qué razón tenía el que dijo que “Las cosas más importantes en la vida no son cosas”.
Tengo dentro de mí lo justo para ser feliz y vivir en paz. Los "quiero, quiero, quiero" muchas veces me apartan de mi verdadero camino, ahí donde se encuentra la paz interior, esa paz que no se puede comprar con ningún dinero del mundo. Mi riqueza no se ve, se siente.
Soy hija de un padre rico. Estoy agradecida con lo que tengo y si en cualquier momento necesito algo me llega. Eso nunca me ha fallado y puedo decir que de vez en cuando me llegan "regalitos" inesperados.
Siento dentro de mí que ese dicho "Deseo poco y lo que deseo lo deseo poco", es mío.
Yo soy rica y me iré más rica cuando mi curso termine, pues mi riqueza la encuentro adentro y regresará conmigo aumentada a la Fuente de donde vinimos. Cuántas personas pueden decir lo mismo? Se llevarán su riqueza al otro lado de la vida?. No he visto el primero que muera y sus riquezas materiales se vayan con el. Nos podemos enterrar con ellas pero eso sólo significa que esas cosas ya no las disfrutarán ni ellos, ni nadie. A veces pareciera que estuviéramos jugando a “el que más juguetes o cosas materiales acumule gana”. Y sí, es cierto : Gana stress, gana enfermedades nerviosas, gana envejecimiento prematuro y llega primero a la tumba”.
Si estoy aburrida, infeliz, deprimida, sola o triste; nada que yo compre me hará sentir mejor. Un vacío interno jamás lo llenará algo ni alguien externo a mí misma. Busca por dentro el motivo de tu vacío. Encontrarás que no estás solo y que Dios cubre todo y en realidad no necesitas nada.
Mis ojos están siempre atentos a la belleza que me pueda presentar la naturaleza que me rodea. Esos valles en los que nací, las montañas tan altas en las que me crié, el mar azul verde- marino, las playas de arena blanca, lugares que he conocido, que siento que soy de ahí; que no son nada extraños, ni la gente extranjera. Tampoco me siento extranjera. Las flores y sus bellos colores que la mano humana no ha podido reproducir, el arco iris y su belleza tan sobria, tan mágica. Los seres humanos que he conocido todos tan diferentes entre sí, en colores, formas, tamaños y maneras de vivir.
El amanecer con su encanto, el día con sus azules y grises, sus nubes, el atardecer y sus tonos naranja, violeta. De noche la oscuridad, la luna y sus fases, que me dan tiempo para el descanso y reponerme de la actividad diaria.
Pero tampoco me aferro a eso ya que todo en este mundo es pasajero, cambia, se transforma, un dia es y al otro puede no serlo. La cuestión es disfrutar del presente de lo que la vida me pone en enfrente sin aferrarme a nada. Eso me dá paz ya que mi felicidad interna no depende de lo que está pasando afuera, sino de lo que llevo dentro de mí.
Disfruto enormemente del sentido del oír.
La música para mí es una de las formas en la que el hombre se comunica con Dios de una manera más sincera, más clara, desde adentro.
Los truenos, la lluvia; son un regalo sin igual. El sonido del viento, los árboles cantando su canción para el que quiera oírlos, pueden ser un verdadero regalo.
El tacto. El roce de la piel de un bebé o de un animal, el contacto con la hierba, con el agua fresca o el sentir el calor de una mano amiga o de un abrazo amoroso, incondicional.
El gusto, los diferentes sabores (recordemos que cuando éramos niños ésta era una de las maneras en la que nos relacionábamos con el mundo que nos rodeaba).
La voz con la que expresamos nuestro amor, nuestro más hondo sentir. Con ella puedo cantar, orar, perdonar o pedir perdón, felicitar, animar y sobre todo, usarla para transmitir Amor.
¿Cuánto estaríamos dispuestos a pagar por el aire, el sol, la salud, el viento, las montañas, el mar, la vida?. Todo eso es gratis.
Por eso vivo agradecida!
SIENTE QUE TODO ES TUYO. NADA ES DE NADIE PORQUE TODO ESTABA AQUÍ ANTES DE QUE TU LLEGARAS Y SEGUIRA AQUÍ AUN DESPUES DE QUE TE HAYAS MARCHADO.
Con mucho Amor,
Patricia Elena Garcia.
La vista, el olfato, el oído, el tacto, el sabor; son algunos de los regalos que podemos disfrutar sin tener que pagar por ellos. Mi corazón siente y se abre cada vez que veo en los ojos de mi hermano que somos uno y que Dios nos creó iguales.
No permitas que la sociedad te haga olvidar que eres rico y te tornes desagradecido.
Gracias por este maravilloso recordatorio acerca de la riquez que tenemos y que poco apreciamos. Me recuerda mi libro favorito, El Principito: las cosas importantes son invisibles a los ojos!
ReplyDeleteGracias Paty